Cuarta parte.
En esas circunstancias, Lagos envió hacia el río Traiguén una columna de 20 infantes del 4º de Línea, al mando del capitán Juan José San Martín; 20 granaderos a caballo al mando del alférez Valericio Argomedo, más tres cívicos y dos indios guías, mientras él continuaba su marcha a Las Quechereguas.
Este movimiento fue visto por los escurridizos jinetes mensajeros de Marileo, quienes tenían una perfecta línea de comunicaciones, en breves horas toda la fuerza de Quilapan sabían de cada movimiento de las tropas chilenas.